Love itself must rest / Electrocardiograma del duelo (13)
Aunque en el título se mencione la palabra "duelo", este es un post luminoso para mí.
La otra noche estuve en el bar Girasoles, charla estupenda con una de las personas que pueden considerarse, con toda autoridad moral, testigos del último Darnauchans. Madre, también, de alguna forma (con los consoladores abrazos, con las necesarias puestas de límite). Él se pasó sobrevolando nuestra conversación, contento de esa inesperada reunión póstuma; nos hizo tomarnos un par de whiskys cada una a su salud (I can´t fly with just one wing, solía decir mi padre de más joven) y nos miró desde la barra un buen rato, si bien absorto en sus poemas. Me enteré de algunos detalles del final; del final de Patricia, que lo agarró de un tobillo y se lo arrastró a la tumba, seguramente sin proponérselo. De los últimos días de él. Me acuerdo del leit motiv de un poema que leyó Horacio Cavallo en el homenaje el año pasado, escrito una noche luego de verlos, de lejos, dando tumbos:
¿Y qué se puede hacer? Así fueron las cosas. Por algo fueron así. Misterios del Narrador.
Siempre he sentido que en este mundo, las categorías con que se rotulan los vínculos afectivos son muy limitadas; eso crea confusiones, conflictos, huídas, pérdidas. Parece que entre hombres y mujeres el amor sólo puede existir, como en un nefasto examen de multiple choice, entre tres alternativas: pareja/pasión, familia, amistad. Pero las cosas no son así. El corazón está lleno de matices, de combinaciones, de sutilezas que a veces cuesta clasificar. Hace un tiempo me encontré unas cartas del Darno (bah: mails) de fines de milenio; cartas que me encantan, que me hacen sonreir cada vez que las pierdo y las vuelvo a recobrar, como si recuperaran al leerlas, por cierto olvido mío, su frescura y vigencia. Menos mal que se me ocurrió imprimirlas cuando las recibí (supongo que para leerlas mejor, ya que siempre he odiado bastante lo de la pantalla: me gusta el papel, entiendo mejor lo que está frente a mis ojos, lo asimilo distinto). Porque unos años después, Yahoo me borró toda la valiosísima correspondencia que tuve por aquellos años, los primeros de mi retorno a México. Como con algunos textos de Levrero, me siento una avara conservándolos sólo para mí, ahora que los autores ya no viven y mientras no afecte a terceros. Es como regalar un rato de resurrección ilusoria, como un pedacito inédito de libro o disco que el muerto dejara pendiente al desaparecer. Siento que aquí está Eduardo en pleno; seguramente con muchas copas encima, en la madrugada montevideana, dictándole a "Natasha", esa misteriosa amiga que transcribía su actuación privada para mí. El show continuaba, siempre continuaba, con reverencias, confesiones, exageraciones, sutilezas y disfraces.
Fue el mejor regalo que pude recibir en un conflictivo fin de milenio. Tengo un par más, todas vía "Natasha" de Tamborilearte, porque él no tenía mail. No son cosas esas para gente del siglo XII.
Y me di cuenta de que soy algo así como una viuda platónica del Darno. Categoría extravagante, por cierto.
El electrocardiograma marcha bien, en una fase positiva del duelo, de la aceptación sin olvido. Finalmente, aún tenemos -además de la música, de la voz de ángel- los pedacitos de memoria de mucha gente para intentar evitarle la muerte total.
La otra noche estuve en el bar Girasoles, charla estupenda con una de las personas que pueden considerarse, con toda autoridad moral, testigos del último Darnauchans. Madre, también, de alguna forma (con los consoladores abrazos, con las necesarias puestas de límite). Él se pasó sobrevolando nuestra conversación, contento de esa inesperada reunión póstuma; nos hizo tomarnos un par de whiskys cada una a su salud (I can´t fly with just one wing, solía decir mi padre de más joven) y nos miró desde la barra un buen rato, si bien absorto en sus poemas. Me enteré de algunos detalles del final; del final de Patricia, que lo agarró de un tobillo y se lo arrastró a la tumba, seguramente sin proponérselo. De los últimos días de él. Me acuerdo del leit motiv de un poema que leyó Horacio Cavallo en el homenaje el año pasado, escrito una noche luego de verlos, de lejos, dando tumbos:
ella, rota
él, casi descosido
¿Y qué se puede hacer? Así fueron las cosas. Por algo fueron así. Misterios del Narrador.
Siempre he sentido que en este mundo, las categorías con que se rotulan los vínculos afectivos son muy limitadas; eso crea confusiones, conflictos, huídas, pérdidas. Parece que entre hombres y mujeres el amor sólo puede existir, como en un nefasto examen de multiple choice, entre tres alternativas: pareja/pasión, familia, amistad. Pero las cosas no son así. El corazón está lleno de matices, de combinaciones, de sutilezas que a veces cuesta clasificar. Hace un tiempo me encontré unas cartas del Darno (bah: mails) de fines de milenio; cartas que me encantan, que me hacen sonreir cada vez que las pierdo y las vuelvo a recobrar, como si recuperaran al leerlas, por cierto olvido mío, su frescura y vigencia. Menos mal que se me ocurrió imprimirlas cuando las recibí (supongo que para leerlas mejor, ya que siempre he odiado bastante lo de la pantalla: me gusta el papel, entiendo mejor lo que está frente a mis ojos, lo asimilo distinto). Porque unos años después, Yahoo me borró toda la valiosísima correspondencia que tuve por aquellos años, los primeros de mi retorno a México. Como con algunos textos de Levrero, me siento una avara conservándolos sólo para mí, ahora que los autores ya no viven y mientras no afecte a terceros. Es como regalar un rato de resurrección ilusoria, como un pedacito inédito de libro o disco que el muerto dejara pendiente al desaparecer. Siento que aquí está Eduardo en pleno; seguramente con muchas copas encima, en la madrugada montevideana, dictándole a "Natasha", esa misteriosa amiga que transcribía su actuación privada para mí. El show continuaba, siempre continuaba, con reverencias, confesiones, exageraciones, sutilezas y disfraces.
Fue el mejor regalo que pude recibir en un conflictivo fin de milenio. Tengo un par más, todas vía "Natasha" de Tamborilearte, porque él no tenía mail. No son cosas esas para gente del siglo XII.
Y me di cuenta de que soy algo así como una viuda platónica del Darno. Categoría extravagante, por cierto.
El electrocardiograma marcha bien, en una fase positiva del duelo, de la aceptación sin olvido. Finalmente, aún tenemos -además de la música, de la voz de ángel- los pedacitos de memoria de mucha gente para intentar evitarle la muerte total.
Cuando vuelvas a nacer ¿quién serás?
(dijo Shyra en su disco)
Comentarios
Un abrazo enorme y un agradecimiento aún mayor.
Beso.
Morgana
Gracias por pasar, todas. Y a Suequi, por todas esas sabias palabras sobre el volar con una sola ala: no sé si todos los alumnos podrán entender mi imposibilidad actual de concluir mis compromisos previos con ellos (o mejor dicho, en este momento, porque todo va a cumplirse en forma, ya que no en tiempo), pero es exactamente como lo analizas. Muchas gracias por la comprensión y el entusiasmo incondicional, siempre, por mis actividades! Eso ayuda a ir recuperando los motores... Y el Darno también ayuda desde allá, silencioso ahora, y Levrero también, y todos los pedacitos de alma que dejó vivos en esta Tierra...
Mando al tacho el anterior, pegué lo mismo, pero con los dedos correctamente puestos en el teclado...comillas e indamais.
Gracias por la devolución a la comprensión, y vamos, fuerza!
Así que va de nuevo, bien(creo, uff):
"I can´t fly with just one wing"...
Qué interesante esta reflexión paternal, no importa si viene del jugo espirituoso o de alguna revelación Divina!
No se puede volar con el ala rota, menos entrar en el mundo creativo, el mundo de los "DIOS de DIOSES"!
¿Cómo entonces podrías brindarnos tus devoluciones en los trabajos, tu alma, tu sapiencia, si estás herida?...
Digna hija entonces... de un padre que te ayudó a pensar más allá..."
Si una palabra amiga, o un sueño revelado de un amigo/a,una charla fructífera, una frase disparadora de ideas, de relflexiones, de "informata" que nos asegure que el camino tomado es básicamente sincero, no nos eleva a un lugar donde los avatares son vistos desde una perspectiva más amplia, fliosófica, metafísica, mágica y sanadora, ¿qué nos podría salvar ¿no?
Sor J., vas por buen camino, siempre un goce leerte, sos una persona que carga la dignidad sobre sus hombros ante todo. No es "blá blá", es el haberte leído mucho, conocerte, saberte más allá de lo cotidiano, lo rutinario, lo que avasalla sin avisar, tu lucha constante por salirte de lo que te quita de un camino valedero, real, tangible de sueños y metas desconocidas, pero intrigantes, más reales que la realidad de ir al supermercado a comprar el alimento diario.
Vos me entendés, estás en una sintonía superior, pero entiéndase "superior", no en un sentido ególatra, todo lo contrario.
Nos sabemos iguales quienes somos sensibles a la humanidad.
Pero... si no somos generosos con nosotros mismos, ¿qué les podemos dar a los demás?
NADA.
Para dar, tenemos que tener, y no "tenemos" si no nos cultivamos dentro de nosotros mismos, más allá de la cultura en sí, en un sentido de "incorporar" los conocimientos para una vida mejor, comprendida por nosotros.
Sólo así, podemos dar a otro y brindarnos desde el alma generosamente a los demás.
Sor... te extrañamos, y esperamos te vuelvas a sentir fuerte para continuar dando de tí.
WE MISS YOUR COMPANY EN LAS CLASES!!
Qué atrevida soy... "tucompañía", y sos nada menos que la Capitana...
Quedamos "desnorteaos", lo que pasa...
Pero sabremos cumplir: esperarte.
Besote enorme, y dale con tu escritura catártica, que estás en un plano ya, de superación!
Tus alumnos, que te conocemos mucho, te queremos un montón!
Besote.
Suequi (ahora que corregí me siento mejor alumna...aunque algún error habrá).
:)
Bss a todos!
Astrid
Qué suerte que no le pasé el link a mi papá: le iba a decir que había sido excusa de toda una sabia reflexión, ja ja
Lo mejor es que ahora quedo como una crack, una pitonisa que sabe de antemano lo que su alumna Suequi escribirá (porque te lo comento antes de que aparezca en los comentarios)
Pero gracias otra vez porque está buenísimo!
Creo que te va a gustar leer el post de Alejandra (amiga que me envió JMVL ;-)sobre el renacimiento, en gran parte impulsado por Mario. Te lo recomiendo.
Besos,
F