Darno: apenas un año, y todo lo que falta...

En ese mismo material, también leí que a veces uno de los miembros de la pareja es atraído por la muerte y el otro dice entonces: "Yo muero por ti". Gracias a Dios, no tengo ese problema: G. es macizo como el hierro que tan bien trabajaba. Pero recordé entonces la muerte de Patricia muy poco tiempo antes de que Eduardo bajara los brazos del todo, hoy precisamente hace un año ya. Me parece mentira todavía, aunque el electrocardiograma sigue espaciando sus latidos cada vez más (igual me cuesta muchísimo escucharlo cantar, es cuando más me duele, y lo lamento de verdad pues amo sus canciones, pero no tengo más remedio que tomarlas en dosis homeopáticas). El otro día compré el libro que acaba de salir por Editorial Planeta (Levrero en Alfaguara, Darno en Planeta: no hay mejor negocio que morirse cuando se es un talento no reconocido lo suficiente, al menos en este país!), de Nelsón Diaz, "Memorias de un trovador". Esas cosas son, como siempre, regalos póstumos: alivian. El Darno tenía mucho para decir y sabía hacerlo; era un placer egoísta escucharlo "sólo para uno", incluso cuando las conversaciones surgían de las intrincadas lógicas de la sordera y el alcohol. Horas telefónicas sobre Praga, charlas en el Sorocabana sobre Madame Bathory y las novelas de caballería... Lo quise mucho (¡lo quiero!) y siempre me generará cierta sonrisa cómplice pensar en él: no cualquiera anda por el mundo siendo tan quien es, y en estos casos se trata de seres irrepetibles, incopiables, divertidos en su personaje trágico, trágicos en el fondo, irremplazables, que dejan un buraco en el suelo que solían pisar, como si un meteorito hubiera arrebatado kilómetros de tierra con su impacto.
Y pensar que todos somos tan sólo eructos rebeldes de la conciencia de algún tipo de Dios o aciago demiurgo...
Como sea, no podía dejar de marcar el año de la muerte de Eduardo. Aún cuesta creer y el mundo es un lugar muchísimo más solitario después de eso. Hoy diluviaba y yo pensaba en su tumba, donde no podrían dejarse flores ni se verían colores más vivos que el gris o el marrón.
Comentarios
¿dramático?
besos,
Jorgeh