Lo subjetivo del tiempo

Hoy hace apenas/tanto como un mes en que no se nada de ti. O lo que se me duele demasiado para poderlo creer. Me llego un paquete levreriano desde Montevideo gracias a varios amigos que me juntaron cosas: grabaciones de tu voz, copias de entrevistas, prensa con la noticia, quizas una tacita de café de tu mágica cocina, pero no he podido ni siquiera abrirlo. Todas son suposiciones, no he visto nada todavía, no puedo.

Parece una pesadilla. Cuesta mucho pensar que ahora estamos en niveles de sabiduría tan abismalmente distintos, que mi ignorancia es mas flagrante que nunca y que allá donde estas mis incógnitas son materia de chiste en los saunas de los ángeles...

Comentarios