tag:blogger.com,1999:blog-51793842024-03-07T06:22:59.798-03:00El libro de los pedacitos mágicos (2004-2014)Errático goteo autobiográfico o simplemente caprichoso. Una década de apuntes "on the go" de Gabriela Onetto (escritora e impulsora de actividades de motivación literaria). Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.comBlogger255125tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-72063897662684270292015-06-25T01:45:00.000-03:002015-06-25T02:07:48.107-03:00Le decía "mi casa" pero era alquilada......me di cuenta cuando tuve el accidente, es decir, cuando perdí prácticamente todas las ilustraciones de mi blog en un mal movimiento cibernético. En el tsunami, fue arrastrada también la plantilla (que era original, diseñada para mí por artes ajenas, un generoso regalo irrepetible que me representaba). Ahora tiene una plantilla estándar, como ven: masiva, repetida, anónima. Blogger era mi Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-72133680780036413582014-09-23T04:22:00.001-03:002014-09-23T23:41:06.160-03:00Tejidos
Maté a la araña ni bien entré al cuarto. Era enorme.
No me molestan, no me asustan: es solo esa irritante posibilidad de que me piquen mientras estoy dormida, una espada de Damocles que complicaría aún más mis insomnios. Imposible tolerarla en mi ecosistema.
Le pedí perdón y la aplasté. Varias veces, para asegurarme de no haberla dejado en un inmerecido loop de sufrimiento. Se Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-52443855339537007722014-01-28T21:50:00.001-02:002014-09-23T23:44:52.787-03:00La Dolorosa
...y llorar en lugares como capillas del siglo XVII no ayuda, porque al sufrimiento que se adivina por detrás de las lágrimas mismas -sinuoso y escurridizo, como una diosa desnuda que se baña entre las caídas de agua de una catarata- se le suma, pesada como una cruz, la desmesurada resonancia de los sollozos contenidos, magnificados por un silencio casi sobrenatural, si no fuera por algunos Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-15915925306351102222013-10-16T01:26:00.001-02:002014-09-23T23:48:51.715-03:00El sobre azul de Franco
Él nunca me deja secarme las lágrimas.
Cada vez que quiero irme
(y siempre quiero irme)
me deja irme
(o siempre creo que una vez más me dejó irme)
pero al final me corta el paso
(como un tímido centauro apenas ebrio)
(como un ángel encaramado en el pretil de un tribunal)
(como un eco de aljibe con miedo a ser olvidado).
Entonces yo freno
casi cauta
dejo de irme del todo
creo Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-76333281413752568732013-10-10T16:17:00.000-02:002015-06-25T00:49:30.522-03:00Com/pasión
Algún día
aullarás como un lobo
y tu luna será
el amor que no entendiste.
(Laura Fedele, Oda a Piritoo)
Me da pena el centauro. Sucumbe a la salvaje fuerza bruta de sus cascos, el caballo de crines al viento que galopa en las llanuras; corre, retumba, lanza fuego por el hocico. Relincha, desesperado, como buscando la dirección sedienta de las casas, del reposo, del galpón donde al fin loGabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-20104756601732396392013-09-04T02:09:00.001-03:002013-09-04T11:31:17.595-03:00ArquetiposTodo está oscuro, menos el rayo de luna que entra por la ventana del hall. El cuarto de mis padres se abre como un eco gutural, un no, un no te atrevas. Vigila mis movimientos desde su aburrida inmovilidad de lápida matrimonial, de años estáticos, de permanencia hueca. Un perseverante desatino con final feliz. En mi cuarto de adolescente, me abraza Franco a escondidas de los ojos omniscientes de Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-50391421030885977802013-07-14T00:17:00.001-03:002017-04-18T17:58:38.009-03:00Plagiando a Lawrence DurrellEste es un ejercicio que hice en 1996, el año que fui al taller de Levrero. Se trataba de intentar escribir cercano al estilo de un escritor que admiráramos mucho como tal, aunque no tenía por qué extenderse al contenido. No sé si lo logré, pero me gustó hacerlo. Luego Levrero publicó un fragmento de esto en la revista Posdata; creo que a partir del segundo párrafo, porque le quería sacar un pocoGabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-38686044045273582462013-07-05T20:27:00.001-03:002013-07-05T20:27:24.799-03:00FerozDe feroz no tengo nada. Lástima. Esa corrección tonos pastel, esa nubosidad variable con tormentas violentas pero que llueven solo en el patio de la casa, mientras que afuera saco paraguas de colores y botitas de lluvia muy a tono para saltar baldosas flojas y hacer como si me asustara de los charcos. Sí, ¿quién puede ser feroz si amordaza sus noches, si las domestica hasta sacarles el brío, las Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-2815815109831358062013-06-06T22:11:00.000-03:002013-06-06T22:11:02.973-03:00Querido Darno por abajo de la puertaGabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-4957609717961629392013-03-19T21:57:00.000-03:002013-03-19T22:04:15.737-03:00PerdónLos golpes interrumpen el silencio de la tarde. Secos, rítmicos, percusión sin música. Me pongo en guardia; no logro identificarlos. Luego, risas de un grupo de hombres, burlonas, invasivas.
Intento dejar de atenderlas, de vigilarlas, pero no puedo. Me han atrapado como un tejido de alambre. Dejo de trabajar. El sonido de los golpes no cede; parece marcar el paso como un redoble fúnebre.
Me Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-62723762810812934782013-03-03T01:20:00.000-02:002013-03-19T22:07:47.951-03:00La muerte del escritor (plegarias)
No te conectes.
No accedas al wifi.
No abras el Facebook.
No pongas una frase ingeniosa en Twitter.
No te muestres en el chat.
No te conectes.
No mandes más SMS.
No opines en foros.
No subas fotos.
No alimentes internet.
No te conectes.
*
Lo que no se escribe
Lo que dejo pasar, lo que no escribo, se pierde para siempre, regresa al útero negro de lo que simplemente no esGabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-69562098326250081382013-01-23T17:06:00.000-02:002013-01-23T17:06:06.711-02:00Hoy Mario Levrero hubiera cumplido años, pero no...
Dibujo espontáneo de Astor a los 7
Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-6733434322000174072012-07-02T23:49:00.009-03:002012-07-03T00:07:11.270-03:00AutorretratoSísmica. Plutónica. Lábil lapidaria. Fluctuante como la meteorología. Contundente. De sangre italiana. De enconos matutinos. Obsesiva. Capaz de detectar una errata a los dos segundos de que la vista hace foco. Desconfiada pero salgo herida por mi ingenuidad. Paranoica pero vibro en comunión con los desconocidos. Brutalmente franca pero me engaño a mí misma. Narcisista negativa. Club de Groucho Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-68596860146814336672012-06-22T23:18:00.016-03:002012-06-23T17:06:45.678-03:00Como un volcánEra pleno día, soleado, y yo iba caminando por la ladera de una montaña. A mi izquierda, más arriba, se veían, inconfundibles, los dos volcanes. El Popocatépetl y el Ixtaccíhuatl. La escala era distinta, el tamaño, aunque a estas alturas mi memoria también duda. Claro que yo sabía que ese no era su lugar verdadero. Que los dos están enclavados en la Ciudad de México aunque sean pocas las veces Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-85889311834343440062012-05-17T23:15:00.011-03:002012-05-17T23:56:36.676-03:00#pequeñascomplicacionesdeunsordo<!--[if gte mso 9]> Normal 0 21 false false false ES-UY X-NONE X-NONE <![endif]--><!--[if gte mso 9]>Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-48407710879240530742012-04-29T20:24:00.002-03:002015-06-25T01:59:57.724-03:00Paraguas rojo
Miro las baldosas mientras camino. No sé si seguirán siendo las mismas de cuando era niña, pero sí son esas inconfundibles baldosas montevideanas. Mis pies ya están un poco húmedos; creo que, a estas alturas, casi todos mis botines tienen alguna rajadura en la suela. Pies torcidos, vulnerables, siempre lastimados. Como esas raíces podridas, fuera de lugar, que a veces terminan rompiendo las Gabriela Onetto (sorjuana de internet)http://www.blogger.com/profile/08205647823323443571noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-3892227814524084292012-04-18T00:05:00.004-03:002012-04-30T17:53:25.269-03:00Job y el silencio Dijo Job: Desnudo salí del vientre de mi madre/ y desnudo volveré a él./ El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, / bendito sea el nombre del Señor. (Job 1, 21)1. "Ya salí", decía el SMS. Estoy agotado, pero como un león me persigues. Caminé, errática. Caminé y seguí llorando por lo que presentía. Pasé por el costado del Hospital Italiano; sus muros embrujados de asilo y hiedra acrecentaban Anonymousnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-73757871951046987782012-04-11T19:21:00.002-03:002012-04-30T17:55:39.458-03:00The Fortune TellerLa serpiente le muerde el tobillo al lobo. El lobo es el gigante Atlas, cargando sobre sus espaldas el peso del mundo. No: es un escuincle, un perro azteca, de esos que se enterraban con el muerto para que lo guiara a lo largo de su terrible viaje por las húmedas tierras del Mictlán. O es Anubis, la deidad egipcia de cuerpo humano y cabeza canina. Sí, es Anubis.Encima de la rueda, la esfinge. Anonymousnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-44054508636545761492012-04-09T17:58:00.005-03:002012-09-08T11:53:23.562-03:00Estatuas nocturnas1. Siempre era de noche. Por la ventanilla del auto, miraba aquellos edificios de vidrios oscuros y letreros luminosos en hilera. Para mí, pertenecían a una ciudad abandonada; sin embargo, tantos neones multicolores, el insistente efecto prende-apaga de los años setenta, palabras como "casino", "hotel", "bar", todo apuntaba a dar a entender que allí había diversión, que allí había vida. Pero no: Anonymousnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-35221899022434773402012-04-04T14:46:00.006-03:002012-04-30T23:58:27.943-03:00María Memento MoriEsto fue hace un año, exactamente. Me enteré por un SMS desde México. Estaba en el club de Astor, en el medio de la cotidianidad más obscena. La inocencia: ese momento en que por no estar vigilando la posibilidad de la desgracia, la maldita golpea y nos pesca desprevenidos. Al principio creí -o quise creer- que sería uno de sus trucos para llamar la atención. Un rumor. Un nuevo performance Anonymousnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-80531450920502155172012-03-28T22:43:00.001-03:002012-03-28T23:02:48.679-03:00Sobrecitos de azúcar (1)Es la hora en que el calor empieza a apretar. Trato de resguardarme un poco del sol, cada vez más invasivo, pero la sombrilla no contiene lo suficiente el avance de la luz casi blanca, cegadora, de un mediodía rotundo en Alejandría. Cuando era niña, alguien me dijo que si miraba el sol de frente me quedaría ciega. En la sala de espera del dentista, cada dos por tres aparecía una ciega; tenía la Anonymousnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-61528301156926235752012-03-25T14:23:00.000-03:002012-03-25T14:23:46.079-03:00Ánimos1.
Necesito silencio. Un ataúd de cristal para poder recuperar el alma. Pero el niño no para de hablar, los platos se golpean en la cocina, el teléfono suena, los mozos gritan. El sonido es invasor por naturaleza; no respeta murallas con códigos implícitos ni fosos tácitos. No hay modo de detenerlo si decide entrar. O sí.
Fracaso. En el intento de ir hacia adentro, un enorme cansancio me Anonymousnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-7294516983881876412012-03-17T23:48:00.001-03:002012-03-17T23:51:46.140-03:00Faros o el reproductor WinampLa pantalla muestra una danza de colores vivos. Cadenciosos deslizamientos al compás de la música. Tonos que se funden uno con otro formando figuras azarosas. Hipnótico, por momentos. Esas manchas de colores me recordaron su segunda tomografía, tiempo después de conectado el implante coclear: en la inmensidad del espacio sideral del cerebro de un sordo -espacio negro y rotundamente silencioso- Anonymousnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-34883459247367652872012-03-15T13:02:00.000-03:002012-03-15T13:02:05.586-03:00RuedasLos rayos metálicos de la enorme rueda que tengo enfrente se me aparecen como un mandala inesperado. Si uno se concentrara en la forma nada más, en la simétrica disposición de sus varillas, su perfección en tonos grises -si lo despojara de contenido, digamos-, las sillas de ruedas perderían sus temibles connotaciones. Claro que eso es, como mínimo, prácticamente imposible.
No sillas de ruedas, Anonymousnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5179384.post-10805092308434898182012-03-12T21:49:00.004-03:002012-03-12T22:31:51.089-03:00Umbrales
"¿Ya tenés el traje de viuda?", dijo la voz.
Parpadeé. No, no era un recuerdo. Lo había soñado, simplemente. A menudo me ocurre eso de confundir los planos.
También soñé con un ave negra, mezcla con reptil, una especie de pterodáctilo que volaba casi en picada sobre mí y me pasaba raspando, a pesar de que yo me tiraba a tierra. En el suelo, debía arrastrarme sobre mi propio estómago, con Anonymousnoreply@blogger.com1